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La melancolia es un color que no es demasiado desagradable, la melancolía es un territorio donde caen las canciones, es una caída de la tarde, es una pareja que está perdiendo la pasión, son unas canas que aparecen, es el territorio de la poesía. No le tengo el menor miedo la melancolía, vivo ahí desde hace mucho tiempo.

Si uno está muy alegre o muy triste de ahí no crece casi nada poético. Si uno está muy contento tiene que ir a dar saltos al parque, y si uno está muy enamorado echa polvo tras polvo… pero la melancolía es el sentimiento húmedo con el que nacen versos en la cabeza

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Joaquin Sabina «La melancolía»

La gente cree que los matrimonios tienen que hablar para mantenerse en forma, pero eso es mentira: se habla cuando no se tiene nada que decir […] Hay gente que sale por la noche porque no tiene con quien quedarse, del mismo modo que hay quien habla porque no tiene qué callar. Total, que a ver si promocionamos un poco el silencio. Por mi parte, no tengo nada que añadir. Muchas gracias.

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Viva el silencio – Juan José Millas

Oh, ¡Cállense! ¿Por qué son ustedes tan anti-dictadores? Imagínense que América fuera una dictadura. Podrían hacer que un 1% de la población tuviese todas las riquezas de la nación. Podrían ayudar a que sus amigos ricos lo fueran aún más reduciéndoles sus impuestos, y sacándoles del apuro cuando apostaran y perdieran. Podrían ignorar las necesidades de los pobres en salud y educación. La prensa parecería libre, pero estaría controlada en secreto por una persona y su familia. Podrían pinchar teléfonos, torturar a prisioneros extranjeros, podrían manipular las elecciones, podrían mentir sobre por qué van a una guerra. Podrían llenar sus cárceles con un sólo grupo racial en particular  y nadie se quejaría. Podrían usar los medios para asustar a la gente y hacer que apoyen  partidos políticos que van en contra de sus intereses. Ya sé que para algunos americanos resulta difícil de imaginar pero, por favor, inténtenlo…

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– El dictador (2012)

Desgraciadamente soy un ser inteligente
y la parte más salvaje se murió.
Por eso algunas veces cuando nada te obedece
suelo resultar algo dañado.

Sería distinto si nos fuéramos de aquí
Compra dos billetes para ti y para mí.
Pero deja de llorar por los paraísos perdidos,
nunca los tuvimos, nunca fueron míos
Solamente están en tu cabeza.

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De todo lo pensado no tenemos conclusión,
vístete y larguémonos de aquí.
Pero deja de soñar con los paraísos perdidos
Nunca los perdimos porque nunca los tuvimos
Solamente están en tu cabeza.

Solo es una suerte, que en el hecho de quererte
sigas abrazada aquí a mi lado
Y próximamente cada vez que quieras verme
no vuelvas a buscarme en el pasado.

– Iván Ferreiro «Paraísos Perdidos».

Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras, el amor sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea solo por una noche. Sin embargo, existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas. Se llama amor no correspondido. La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre sí, pero, ¿qué pasa con los demás? ¿Quién cuenta nuestra historia? La de aquellos que nos enamoramos solos. Somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos. Los seres no queridos, los heridos que se valen por sí mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamiento reservada. Sí, estáis viendo a una de estas personas.

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– The Holiday.

Era de noche y llovía. Ahí fuera no había nada salvo una sirena de la policía. El chico escucha cómo sus padres gritan, está cansado de que las peleas sean la rutina. Pone sus cascos, sube el volumen al máximo. En su cuaderno: dibujos raros, tachones, garabatos… Hoy no habrá cena, ni tele, ni baño. En su tuenti pone «desodio». ¿Debajo? Ningún comentario. «No le importo a nadie. Quisiera morirme, aunque solamente fuera para hacer que sufrieran mis padres». Muy a menudo piensa cosas similares. Esa noche sueña con otra vida en otra parte.Al día siguiente en el insti la historia se repite: en el pasillo una colleja y todos se rien. Los cuatros tontos de siempre le fríen; no son palizas, son risas, burlas, la chaqueta pintada con tiza. «Quisiera ser más fuerte, hacer como en la tele: entrar en el insti armado hasta los dientes». Fantasías con venganzas crueles, con un mundo paralelo en el que todos le temen.
Y es que, los profesores no le entienden. Siempre ha sido invisible, siempre ha sido el Don Nadie, el que pierde, no toma apuntes ya, ni atiende ¿De qué sirve aprobar? Si nadie va a valorar el que te esfuerces. Cada día pasa más tiempo metido en su mente, el mundo de fuera es hostil, la gente le es indiferente.  Nadie le quiere, nadie le pregunta cómo se siente, nadie le muestra interés ni hace porque se integre.De vuelta a casa está solo, sus padres trabajan. Hace la comida mientras su cara refleja la nada. La nada que se ha instalado en su alma, porque nada le importa, nada le duele, nada le agrada. Entonces llega la idea, se asoma a la ventana. Piensa que un solo salto podría acabar con la desgana, con los insultos, la indiferencia, las peleas en casa con su insistencia, dibuja una sonrisa y salta…

«La triste historia del vecino de al lado»- El Chojin.

A esta hora exactamente hay un niño en la calle. Es honra de los hombres proteger lo que crece, cuidar que no haya infancia dispersa por las calles. Evitar que no naufrague su corazón de barco.  Su increíble aventura de pan y chocolate, poniendo una estrella en el sitio del hambre. De otro modo es inútil, de otro modo es absurdo, ensayar en la Tierra la alegría y el canto, porque de nada vale si hay un niño en la calle.

Todo lo tóxico de mi país a mí me entra por la nariz. Lavo auto. Limpio zapatos. Huelo «pega» y también huelo «Paco». Robo billeteras pero soy buena gente. Soy una sonrisa sin diente. Lluvia sin techo. Uña con tierra. Soy lo que sobró de la guerra: un estómago vacío, soy un golpe en la rodilla que se cura con el frío. El mejor guía turístico del Arrabal por tres pesos te paseo por la capital. No necesito VISA pa’ volar por el redondel, porque yo juego con aviones de papel. Arroz con piedras. Fango con vino. Y lo que me falta me lo imagino.

No debe andar el mundo con el amor descalzo. Enarbolando un diario como un ala en la mano. Trepándose a los trenes, canjeándonos la risa. Golpeándonos el pecho con un ala cansada.

«Canción para un niño en la calle» – Calle 13 y Mercedes Sosa.

«Nos traemos adentro una carga inquietante de gustos y de gestos ajenos que se nos van quedando enganchados. Y es que pasamos, pasamos constantemente sin detenernos entre cosas y gentes que nos cruzan y tampoco se detienen porque van de camino y seguimos andando y apenas nos dejan la manera de sonreír, la frase hecha, la superstición, la manía, el gesto de la mano… A veces así recogemos cosas tontas, basuras, cristales, agua o maravillas. Somos el producto de lo que los otros han irradiado de sí o perdido, pero creemos que somos nosotros. […] Somos lo que nos han hecho, lentamente, al correr tantos años. Cuando estamos definitivamente seguros de ser nosotros, nos morimos. ¡Qué lección de humildad!»

– María Teresa León   Memoria de la melancolía.

Algunas veces vivo
y otras veces
la vida se me va con lo que escribo;
algunas veces busco un adjetivo
inspirado y posesivo
que te arañe el corazón;
luego arrojo mi mensaje,
se lo lleva de equipaje
una botella…al mar de tu incomprensión.

– Joaquin Sabina «Que se llama soledad».

http://www.youtube.com/watch?v=h3Zt_mgJDkk&feature=related

«La cosa más insignificante puede cambiarte la vida. En un abrir y cerrar de ojos, cuando menos te lo esperas, ocurre algo por casualidad que te embarca en un viaje que no habías planeado, rumbo a un futuro jamás imaginado. ¿Quién sabe adónde te llevará? Es la aventura de nuestra vida, nuestra búsqueda de la luz. Pero, a veces, para encontrar la luz  hay que atravesar las más profundas tinieblas.»

– Cuando te encuentre (Película 2012).